

¿Sabías que un entrenamiento no planificado o planificado incorrectamente puede dar origen a descompensaciones musculares o a una zona del cuerpo mucho más trabajada que otra? Este tipo de descompensaciones son conocidas como desequilibrios musculares.
En este post vamos a resolver algunas cuestiones sobre este tema: ¿Qué es un desequilibrio muscular? ¿Cuáles son las causas más frecuentes de los desequilibrios musculares? ¿Cuáles son los riesgos de sufrir un desequilibrio muscular? o ¿Cómo evitar el desequilibrio muscular en tu cuerpo?
Si te interesa conocer todas la respuesta a todas estas preguntas presta atención que ¡comenzamos!
Seguro que alguna vez te has fijado en la diferencia de tamaño entre el brazo izquierdo de Rafa Nadal y el derecho. Pues tiene un nombre y se llama desequilibrio muscular y, en muchos casos, si no se controla puede derivar en lesión o en una merma del rendimiento deportivo.
Los desequilibrios musculares pueden ser originados por diferentes factores, entre ellos, la funcionalidad de cada zona corporal. Por ejemplo, los músculos que usamos a diario para mantener la posición erguida y movilizarnos siempre suelen estar más tonificados que aquellos que se usan para realizar movimientos específicos, como por ejemplo, lanzar una pelota o realizar una extensión de tríceps.
Antes de nada decir que las descompensaciones musculares no tienen por qué aparecer exclusivamente en personas que practican deporte. Por ejemplo, las personas diestras tienen más desarrollada la musculatura de su brazo derecho que la del izquierdo al realizar más movimientos musculares con este brazo.
“Los desequilibrios musculares son una condición en la que los músculos pierden su fuerza, tono y masa muscular.”
Son varias las causas o motivos por los que pueden aparecer los desequilibrios musculares. Entre los motivos más comunes podemos encontrar:
Los músculos que nos hacen mantenernos erguidos y movernos suelen estar mucho más tonificados que aquellos destinados a realizar movimientos específicos. Por lo que la vida sedentaria fomentará los desequilibrios.
Hacer el mismo movimiento una y otra vez también puede causar desequilibrios musculares. Por ejemplo, si llevas tu bolsa de deporte siempre en el mismo hombro obligará a la musculatura de ese lado de tu cuerpo a realizar más esfuerzo que si repartes el peso en los dos lados o intercalas llevar tu bolsa de deportes un día en un lado y otro día en otro.
Aunque no es un motivo 100% postural, la genética puede desempeñar un papel en la susceptibilidad a ciertos problemas en tu musculatura. Si tu abuela y tu madre sufren de problemas de espalda, lo más probable que tengas predisposición a sufrir los mismos problemas.
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Las lesiones son las principales motivadoras de estos desequilibrios. El lado de nuestro cuerpo que sufre una lesión reduce drásticamente su actividad o incluso ésta es nula, mientras que el lado sano multiplica el esfuerzo. Las probabilidades de sufrir una lesión en el lado más exigido aumenta exponencialmente. Una lesión no se da por finalizada hasta que las musculaturas recuperan el equilibrio.
Los deportes asimétricos son aquellos en los cuales no se realizan los mismos gestos con un lado del cuerpo que con el otro (balonmano, fútbol, golf, tenis…). En estos casos será necesario realizar un trabajo de compensación en el lado menos ejercitado. Por ejemplo, volviendo al caso del tenis, Federer, es diestro y realiza el revés con una mano, por lo que su mano izquierda nunca interviene. Si Roger no ejercitase su brazo izquierdo, a pesar de “no ser necesario”, la diferencia de volumen y fuerza sería abismal.
En los deportes simétricos (running, natación, ciclismo…), los desequilibrios se deben a una técnica incorrecta de los movimientos. Si no nos esforzamos en equilibrar la masa muscular, nuestro cuerpo inconscientemente siempre le exigirá más al lado con mayor desarrollo, lo cual aumentará todavía más el desequilibrio.
Las principales riesgos que puedes sufrir si tienes un un desequilibrio muscular son:
Si quieres descubrir con exactitud cuál es el alcance de tu desequilibrio, puedes realizar un test en una clínica. A través de diversas pruebas, medirán tu fuerza y simetría muscular. No obstante, no servirá de nada sin que exista un seguimiento continuado en el tiempo que te permita ejercitarte para lograr un equilibrio total entre los dos lados del cuerpo.
¿Habéis sufrido este desequilibrio alguna vez? ¿Cómo lo habéis paliado? Dejad vuestros comentarios y compartid vuestra experiencia con otros deportistas.