Muchos amantes de la carrera, sobre todo los que se dedican a ello a un nivel bastante superior al de aficionado, les importa saber su grado de progresión a la hora de completar un reto o un entrenamiento. A veces, por mucho que se entrene, pueden asaltar dudas sobre si se podrá cumplir eficazmente el objetivo inicialmente marcado.
Nada más lejos esta semana, Eliud Kipchoge completó en menos de 2 horas los 42 kilómetros de maratón en el circuito Prater de Viena, Austria. Esta marca ha sido posible gracias a la ayuda de diferentes soportes de medición que le han ido ablandando el terreno durante toda la competición. Esto demuestra claramente que lo que no se mide no se puede mejorar.
Por eso, te resumimos las principales indicadores que debes utilizar para medir tu progresión y estado físico, de forma que puedas mejorar el entrenamiento, corregir debilidades y consolidar fortalezas, con la finalidad de llegar con total garantía y seguridad a vuestra meta final.
1º FTP (Umbral Funcional de Potencia)
La tendencia de la potencia y la tendencia de la frecuencia cardíaca siguen una misma línea paralela al eje horizontal. Producto del esfuerzo o cansancio para conseguir mantener la misma potencia de trabajo, la frecuencia cardíaca aumenta, alterando ambas líneas. De este modo, el valor FTP nos va a indicar la máxima potencia media que se puede mantener durante 1 hora de esfuerzo.
Ocurre los mismo, cuando analizamos el ritmo con la frecuencia cardíaca. En cambio, este indicador se utiliza en menor medida porque no nos sirve de referencia para carreras con desniveles. Por lo tanto, será necesario utilizar dispositivos de potencia para conocer exactamente el valor de rendimiento y, posteriormente utilizarlo para determinar las zonas de trabajo que presentan mayor esfuerzo.
Este indicador es beneficioso para determinar si hemos gestionado correctamente nuestros esfuerzos durante el entrenamiento. A mayor valor de potencia o ritmo funcional, mejor será nuestro estado físico.
2º EF (Factor de Eficiencia)
Este indicador es especialmente útil para evaluar la mejora de un plan de entrenamiento. Mide la capacidad de rendimiento con el impacto que este genera en nuestro cuerpo. El coeficiente se obtiene del ritmo o potencia dividido por la frecuencia cardíaca media. su objetivo es discernir y conocer con qué ritmo podemos correr a determinadas pulsaciones.
En este caso, cuanto mayor sea el factor de eficacia mejor rendimiento obtendremos y consecuentemente podremos incrementar el umbral de potencia funcional y el tiempo de agotamiento.
3º VAM (Velocidad Aeróbica Máxima)
La velocidad aeróbica máxima es la velocidad de carrera alcanzada por un corredor cuando su consumo de oxígeno es máximo. Este indicador es indispensable para planificar y establecer la velocidades de entrenamiento, especialmente en aquellas carreras en que la lucha contra la gravedad es determinante para obtener un buen resultado.
Además, todas las velocidades de un entrenamiento deberán ser trabajadas a cierto porcentaje de VAM, normalmente con un valor comprendido entre 8 – 25 km/h. Aumentar el valor VAM implica una mejora de rendimiento y potencia, incluso ayudará a reducir nuestro peso corporal.
4º Desacoplamiento
Esta es una forma de medir los cambios en la relación entrada-salida que tienen lugar durante un entrenamiento o carrera. La tendencia de velocidad a lo largo de una carrera tiene una pendiente y la tendencia de la frecuencia cardiaca tiene otra. Cuanto más paralelas sean estas líneas de pendiente, mayor nivel físico tiene el corredor y a la inversa, cuanto más divergentes sean, menor consistencia.
Por ello, valorar este grado de divergencia nos da una idea clara de cómo se encuentra nuestro sistema aeróbico y cómo poder mejorarlo para poder afrontar las carreras que te has marcado como objetivo. También hay que tener en cuenta que el desacoplamiento que se produce en distancias inferiores se acentúa a medida que se incrementa la distancia del entrenamiento o carrera.
Generalmente, si el desacoplamiento de un corredor ronda el 5% o menos para los entrenamientos aeróbicos, entonces su resistencia aeróbica es sólida. Si no se sigue una frecuencia de entrenamiento, el desacoplamiento refleja una pérdida de condición física, aumentando la fatiga al final de cada entrenamiento, a la vez que aumenta la frecuencia cardíaca y empeora la potencia y el ritmo.
Con estos indicadores podrás seguir de cerca la evolución de tu rendimiento, cambiar aspectos de tu entrenamiento o reformular tus metas para las próximas carreras. Y, si necesitas explotar aún más tus capacidades físicas, los probióticos TOP4U, te ayudarán a conseguir un mayor rendimiento, entrenando más, mejor y con mejores resultados.